Con razón, muchos
foristas me preguntan, que ante tanta denuncia y critica, "que propongo?", cierto,
lo he dicho y lo repito, PROPONGO: educación acorde con las necesidades
regionales y que consulten los intereses de la comunidad marginal; PROPONGO que haya más educación, información y
orientación sobre acciones de gobierno, que sean permanentes y pagada con
presupuesto oficial para que la comunidad esté enterada y no engañada; PROPONGO, que las campañas políticas eduquen
sobre el tema en los barrios y no compren los votos.
PROPONGO que se eduque a las mujeres en todas
la edades y en los estratos vulnerables para que no sigan pariendo niños para
la desgracia, hijos de la miseria y el abandono, son como las bases
fundamentales de mi permanente propuesta y ello cansa a algunos, yo sigo mi
labor de periodista social sin desmayo.
Tengo mis revolucionarios ideales de la mejor catadura y que
no fueron genocidas, aunque tal vez equivocados en su accionar político, que he
sostenido y sostendré, el cambio no es con armas, no es con violencia, es con política
y educación sin descanso, mi primer referente: JOSE MARTI, “yo que viví en el
monstruo le conozco las entrañas”; SALVADOR ALLENDE: “ser joven y no ser
revolucionario, es una contradicción hasta biológica”, “pagaré con mi vida la
lealtad al pueblo”; CAMILO TORRES: “la lucha es larga comencemos ya”. Si hubiesen
utilizado su capacidad política, para hacer política donde tiene que hacerse, el
cambio estaría más cerca y no llevaríamos el luto, la orfandad, el desplazamiento
y el crecimiento de la miseria y la violencia que nos azota y que produce la
guerra fratricida sin esperanza, eso está reconfirmado.
El estilo inútil de hacer política de izquierda no cambia, es
igual hace cincuenta años, veamos un ejemplo de esas satirillas musicales que
encantan y que son tan inútiles como el congreso :
“la hierba de los caminos la pisan los caminantes/ y a la
mujer del obrero la pisan cuatro tunantes/ de esos que tienen dinero/.
Que culpa tiene el tomate/ que está tranquilo en su mata/ y
viene un hijo de puta /lo mete en una lata y lo manda pa Caracas/.
Los señores de la mina/ han comprado una romana/ para pesar
el dinero que toditas las semanas/ le roban al pobre obrero/.
Cuando querrá el Dios del cielo/ que la tortilla se vuelva/
que los pobres coman pan y los ricos mierda mierda”/.
Súmele canciones
protesta con igual valor, sin decir que no son agradables: CAFÉ Y PETROLEO, por
ejemplo, la misma bellísima como obra de acicate a los comunicadores por y para
la sociedad, SI SE CALLA EL CANTOR, en fin, así jamás se llega al poder, caza más
un gato gordo, capado y lleno.
Los jóvenes no creen en los partidos y tienen toda la razón,
no existen partidos políticos de respeto, son parapetos de comercio, fami
empresas para acomodarse y obtener los dividendos que generosamente les entrega
el estado para “sostener la democracia” como dijo el coronel Plaza: “ (“a
salvar la democracia maestro”, tal vez jamás supo que esa trampa mortal ya
estaba montada por un estado cooptado por la dictadura uniformada y que hoy el
país tendrá que pagar a todas esas víctimas;… la historia no es el motivo de
esta nota).
Somos pueblo de costumbres atávicas, un bombillo rojo dirá
que su casa es un antro de lenocinio, “una minifalda o un tatuaje que usted es
puta”, vestir informal es indigno de un doctor… en fin, juzgamos por la maldita
apariencia, sé que en chanza, me lo dijo
un artista de la palabra el tal Jesus Maria Cataño, (camisa azul, se volvió
godo), no, la ropa como el hábito, no hacen al monje, si queremos que esto
cambie tenemos que cambiar los comportamientos, si los señores saben que el
presupuesto es para ellos, porque no se reparten los cargos con más equidad así
comen con tranquilidad, y dan migajas al pueblo marginado, alguien puede pensar
que por eso estamos como estamos, si y como lo cambiamos?.
Mi propuesta es la siguiente, como no tenemos políticos firmes
en su partido, sino oportunistas y eso se ve a kilómetros, que se repartan el Caquetá,
dos para la cámara y dos para alcaldía y gobernación, respetando esa decisión,
dejando claro de diferentes corrientes y aceptando minorías o compitiendo con
ellas si es el caso, así sale más barato, hacen lo mismo, comen lo mismo y
tienen menos líos,, la prueba de la inutilidad de llamarse jefe, es que los ex, importan un bledo, actúan por debajo de la mesa, aportan para seguir ganando
contratación y no se notan en nada útil, así que ojalá esta propuesta sea
estudiadas y cabrían todos bajo la
misma carpa.
Mi godarrio, Silvio Rubiano Suarez, merece todos los homenajes sinceros que
se pueden brindar a una labor corajuda, terca y sacrificada de sacar a la luz
CIEN EDICIONES DE LA REVISTA EVALUACIÓN;
“yo que he sido madre, se lo que es tener un hijo cabezón”, mil reconocimientos.
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