No soy historiador,
ni pretendo serlo, no tengo la paciencia que se necesita para husmear en el
cementerio del recuerdo y menos cuando se trata de la triste historia olvidad
de nuestro pueblo, tomo, solo un tema de connotaciones estatales gigantescas,
“LA ZONA DE DESPEJE”, exabrupto cometido por la bajeza egoísta y avaricia de
poder de uno de tantos ex presidentes basura que en Colombia han sido.
Olvidemos a los muertos que merecieran el mayor y más digno de los recuerdos, olvidemos la defenestración de los ciudadanos y campesinos despojados con terror, humillación y violencia de sus parcelas y heredades, olvidemos las violaciones y el infierno que padeció toda la comarca no solo Caqueteña, sino la vecindad, pero Jamás olvidemos que fue una puñalada al corazón de la patria en toda su sagrada magnificencia.
Olvidemos a los muertos que merecieran el mayor y más digno de los recuerdos, olvidemos la defenestración de los ciudadanos y campesinos despojados con terror, humillación y violencia de sus parcelas y heredades, olvidemos las violaciones y el infierno que padeció toda la comarca no solo Caqueteña, sino la vecindad, pero Jamás olvidemos que fue una puñalada al corazón de la patria en toda su sagrada magnificencia.
Esa deuda histórica es gigante y cada día nos muestra las
huellas de su dolor y desespero, pero no hemos tenido un gobernante con talla de
estadista y ciudadano con perrenque para afrontar ante el estado la
reivindicación de esa región y de contera todo el Caquetá que padeció el
atraso en todos los campos y hoy somos un reflejo de esa miseria de
gobernantes, cuya única finalidad ha sido y parece ser la de llenar sus bolsas
de corsarios antes que gestionar presupuestos para el departamento, asumiendo
que es el estado el único responsable del asalto a la historia geopolítica
caqueteña y en consecuencia responsable de ese daño macabro a todo el
desarrollo regional, nadie ha tenido la calidad y el valor para asumir esa obligada reclamación.
Tenemos más de seis mil profesionales y parece que no hacemos
uno, así duela, asumo las consecuencias de mi osadía o como entender que hay
filas de títulos detrás de sátrapas con plata y sin pergaminos académicos
rogándoles un puestecito o un contrato?; como entender que no se hayan
levantado en rebeldía profesional de dignidad ciudadana, para rechazar que un
grupo sectario, religioso político y comerciante importe funcionarios de otras regiones con el prurito que somos corruptos, delincuentes incapaces y lo
pregonan a los cuatro vientos y que lo aceptemos mansamente?.
Es más, malos hijos y peores políticos han propuesto la
escisión del Caguán para formar otro departamento, acaso a esos miserables les
importa la región?, no, estoy seguro que igual que los delincuentes no juzgados
y “no comprobados” que nos han gobernado solo tienen en sus mentes la bolsa pública
y los cargos para seguir humillando un pueblo arrodillado, sin dignidad ni
valor civil, asustado con las amenazas de hace muchos años.
Tan asustados e ignorantes vivian y hasta viven nuestros campesinos y tercos o ciudadanos con mentalidad criminal, que creían que las bandas asesinas patrocinados por genocidas hoy en campaña los iba a salvar, no se quieren dar
cuenta o se dieron cuenta tarde, que no atacaron a la peste del “ejército del pueblo” que así se hacen
llamar aquellos que lo traicionan, roban y asesinan, sino que de igual manera,
les violaron las hijas, los despojaron de sus tierras y comerciaron la maldita
coca que era su propósito, hoy votar con responsabilidad y seleccionar la gente buena de la delincuente reconocida, aunque no este juzgada, es una obligación, si queremos un departamento mejor, apoyar alianzas con delincuentes es ser delincuente..
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