PERIODISTA INDEPENDIENTE

domingo, 27 de abril de 2014

PADRE BRUNO MARAVILLOSO ABONO, SEMILLA INMORTAL.


Cuando escucho a mis amigos de otras regiones esperando pensionarse para volver a su tierra, me preocupa, claro que están en su derecho, pero han sopesado el valor de las amistades creadas durante cuanta o más años?, aunque sus paisanos sean sus paisanos ya no es lo mismo, uno se adapta a muchas cosas que en el fondo son valiosas y creo que volver a la heredad por atavismo, es como volver a empezar después de viejo y no creo que sea lo ideal, en fin cada cual.

Maravilloso ejemplo nos deja el Padre BRUNO y muchos de esos maravillosos Consolatos que con el fueron una salvación para esta manigua impenetrable y áspera que ellos lograron domar y no refiero tanto a lo religioso, expreso mi reconocimiento a su papel social y compromiso con la comunidad, educaron, formaron, enseñaron a hacer la huerta familiar que salvó tantas vidas, amén del hecho bendición que los Italianos a diferencia de los “turcos” LIBANESES, no venían a conseguir plata con los indios como premisa principal y hoy tan lesivos para Colombia.

No es prosaico entonces decir que es un buen abono y maravillosa semilla, es que de suyo lo es, grato recuerdo hecho vida y no es un homenaje ramplón de comidilla de salón, es un reconocimiento a una vivencia de sentimiento y orgullo para el Caquetá, mientras uno grande recibía honores y dólares en premios que entregaba para fundaciones para perros en Venezuela y México y su “pueblo” clamando por agua potable y alcantarillado, al que les respondía cuando le pedían ayuda, “yo no soy el gobierno”, sacerdotes como BRUNO, entregaban su vida y ayudas al desarrollo de una región marginada y abandonada donde hoy reposan sus cenizas.

Cuanta falta nos hace EL SENTIDO DE PERTENENCIA, sin este nada progresa, nada se quiere, nada sobrevive con amor, loas a todos aquellos que no han venido al Caquetá a pensionarse para irse de “este c…”, me duele, donde uno calma el hambre, le da vida a sus hijos consigue su techo, no puede hablar de desprecio y menos despreciarlo, nadie está obligado a quedarse, pero si a respetar; uno de los problemas más graves de nuestra región es la falta de amor por la tierra que nos alimenta y da cobijo.

Insisto, si quisiéramos esta maravilla natural no dejaríamos morir nuestros ríos y quebradas, y no hay que hacer mucho, solo no hacerles daño si no hacemos más, aquí elegimos personas que nos den un puesto, un contrato, no elegimos con honestidad quien gobierne con respeto, justicia y equidad, eso es depredación eso es malevo, lamentablemente no solo los foráneos hacen o hacemos daño, muchos malos hijos de ésta tierra son iguales o peores, no conocen su historia, no conocieron el “hambre” de sus padres, solo disfrutaron la bonanza de les dio EL CAQUETÁ y hoy no lo recuerdan.

En este mundo “aldea global” donde por hipocresía, solo se alaban los que alcanzan poder vaya un saludo fraterno para las familias de los que se van sin que la gran prensa ni nadie los nombre, ellos algo hicieron en su entorno y sobre todo se fueron con el dolor y el amor de los suyos paz a sus memorias.

Hay hombres a los que la fuerza arrasadora del tiempo no podrá hacer ninguna mella a su memoria y bien forjada dignidad, humildad y propio respeto, de acero pasaron a titanio y vivirán en la memoria de todo un pueblo, “la verdadera muerte es el olvido”.

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