PERIODISTA INDEPENDIENTE

viernes, 21 de febrero de 2014

VERGÜENZA HUMANA Y MIEDO…

Dar un voto por Uribe a estas alturas es reconocer que el “todo vale”, el matoneo, el juego sucio y la violación de todos los derechos humanos tiene cabida en algunas mentes, por equivocación o porque son criminales, la sola violación de la carta magna para hacerse reelegir debiera darnos asco y arrepentimiento, la entrega de cargos públicos, notarias, el enriquecimiento desproporcionado de sus hijos Tom y Jerry, debieran ser cabeza de proceso, apoyar este sujeto, es desconocer las viudas, los huérfanos, los desplazados y la sangre que manchó nuestros campos y que si bien "no se ha querido comprobar" por el poder de sus apoyos, no hay duda sobre sus actos, para nada legales.

A que juega el candidato líder godito en el Caquetá, o es conservador o es del centro democrático, sea claro no engañe la nobleza de ese partido en su naturaleza y esencia y lo digo con autoridad de ciudadano que espera un nuevo mapa político nacional que no esté conformado por fami empresas comerciales criminales, sino por verdaderos partidos con normas, proyectos, filosofía y norte, la plata puede comprar la ignorancia de un pueblo, pero siempre será un delito moral y ético comprar con engaño el voto de esas personas.

Por qué los organismos de control permiten que se siga esa campaña miserable engañadora de familias en acción en plena campaña electoral?; están llamando jóvenes supuestamente para darles un apoyo económico para su estudio, será que se los dan ya o solo los inscriben y les dicen voten por don honesto y después les damos el auxilio?, que pasa con los otros candidatos por qué callan ante semejante humillación a la gente y juventud?.

Aquí sucede con frecuencia que se haga convocatorias para dar un puesto temporal a algunos jóvenes, el mecanismo es fácil, alquilan unos salones de una Universidad, los politiqueros hacen los “EXÁMENES” amañados y terminan con entrevistas, resultado ellos eligen a los suyos, los demás padecen la burla y falta de respeto a su dignidad por que las dictaduras no tienen escrúpulos.

Como así que la alcaldía diga que lo que se paga por alumbrado público no alcanza?, claro y jamás alcanzará porque sencillamente no hay proyectos, no hay planificación, esa plata siempre ha sido para negocio criminal entre ordenadores del gasto y contratistas, los ingenieros especializados en electricidad dicen que si alcanza, que pasa?, sencillamente que la corrupción nunca se llena. Y el pueblo sigue padeciendo el peligro que genera la falta de alumbrado de manera particular en algunos sectores que tampoco son priorizados.

Un pueblo como Florencia, abandonado, mal administrado, atrasado, sucio, ruidoso, lleno de cantinas en residenciales, calles acabadas, ninguna protección para los nacimientos de agua en peligro inminente ( dicen que la tubería ya cumplió su ciclo, acaso nunca han hecho reparaciones y reposición?, donde está esa plata para esa obra y que estaba planificada y proyectada?) en Florencia no funciona la autoridad, los mandatarios creen que todo se soluciona con policía, eso es muestra de ineptitud, todo proyecto nuevo requiere según ellos un nuevo impuesto, muestra de su incapacidad de gestión, alguien pondrá coto a esta debacle de desgobierno?.

Mientras los ciudadano no tomemos conciencia de la necesidad de nuestra participación en la administración de lo público estamos perdidos, y esta actitud y compromiso, solo se logra con educación en civismo y la escuela no lo brinda, los medios no lo predican, el abandono social es total, que esperamos?.


Por amor al Caquetá, NO VOTE EN BLANCO PARA CONGRESO, no le haga el juego a la dictadura “de la honestidad” ni al gamonalismo sin conciencia, vote por uno de los que se propusieron si quiere hacer una verdadera protesta, sugiero con respeto y a su discreción a Marlon MONSALVE, es joven, representa la academia y no le importe que sea verde, los partido no merecen un voto de credibilidad, si gana allí estará cerca para hacerle seguimiento, si no le agrada, vote por una mujer con experiencia, Lucrecia Murcia o por Octavio Ordoñez, pero por favor no demos papaya para más de lo mismo. 

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