PERIODISTA INDEPENDIENTE

martes, 20 de mayo de 2014

LA LEY ES CLARA, LA JUSTICIA OSCURA.

Duele ver un país manejado por mafias y bandas cuyo objetivo es su enriquecimiento y el poder por encima de los intereses generales que falsamente juran, los pueblos no quieren ni piden que les regalen nada, exigen justicia, equidad y buen manejo de los bienes públicos.

 llega a Florencia el "superintendente” de los servicios públicos y para qué?, para decirnos que las empresas tienen la razón, que cobran lo justo y que demandar es perdido, eso lo sabemos, la justicia no opera para los pobres, siempre van a perder frente a un estado cooptado por la delincuencia.

Cundo un trabajador pobre demanda al patrón para que le pague, la respuesta depende de la posibilidad de poner abogado que en los pobres es imposible, el juez o el magistrado son amigos, “compadres” de los acusados y el pleito o no prospera o lo pierde el trabajador, esa es la justicia que se aplica en Colombia.
Desde Florencio mal amor con su cuento “Florencia necesita quien la quiera” y ese amor se robó la plata del cuarto puente y la de las obras de mitigación y quien sabe que más, con ese amor, mejor que nos odien.

Cada rato se suspende abruptamente la energía y daña equipos, vaya reclame, si es que lo atienden su casa debe tener la seguridad de un bunker y asi toda respuesta oficial, lo peor miserables que se crecen en un puesto ayudan a enlodar las necesidades de la comunidad, cuando no le cobran por atenderlo.

Me dicen unos abogados que litigan en Neiva, que aquí en Florencia para mover un asunto, tienen que untar al secretario o a un funcionario, eso casi es público pero así opera la justicia.

En una ciudad donde se planifica con plata, es imposible un crecimiento ordenado, dicen y se ha demostrado que esa oficina es una alcabala, un peaje para el que quiere construir, dentro de la legalidad o donde le da la gana, dan permisos para cantinas en barrios residenciales con derecho a ruido hasta las cuatro de la mañana y no hay autoridad que pueda hacer bajar esos volúmenes, en que ciudad vivimos?.

Es imposible no seguir recordando el problema con el alumbrado público, ha habido delitos en la contratación, pero jamás un asomo de justicia, la sobre tasa la volvieron plata de bolsillo, eso es un delito contra la ciudad y no pasa nada, las calles un solo cráter, las vías taponadas, un solo ruido de altoparlantes y bocinas y no pasa nada, es decir la justicia no existe en el Caquetá.

Es más triste, como las autoridades no funcionan caso Alkanos que no tienen como sancionarla y permiso por veinte años, estamos perdidos una reventa con ganancias astronómicas y no tienen control, alguien puede demandar esa aberración económica?, no solo nos dejan sin el servicio, sino que es mas caro que lo debido y la gente solo llama al muro de los lamentos para desahogarse y no pasa nada, por eso la gente no va a reuniones de servicios, son normas infinitas a favor de las empresas y nada a favor del ciudadano.

No nos falta sino que la delincuencia proponga un peaje en la vía a Neiva, para arreglársela a las petroleras; sigue el daño a los puentes y a las vías y no pasa nada, no solo somos un pueblo humillado, sino que las mismas autoridades abusan ante el silencio temeroso del pueblo, la permisividad de invasiones es un delito grave, ha crecido la delincuencia y el daño a ríos y quebradas y no pasa nada.


Lo más importante es que a pesar de la miseria, viva pipe y pepe, los gallos del norte o del sur y que sigan los conciertos de san pedro y el festival del colono que no deja una escuela de formación, sino gastos, somos un pueblo feliz.

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