O EMPEZAMOS O NOS JODIMOS.

No se compadece con la sociedad y la vida nuestro avanzado egoísmo, la indiferencia con el vecino, solo utilizamos lo que nos beneficia, olvidamos que somos gregarios por naturaleza, que solos nos destruimos o nos destruyen, que nos pasa?, los llamados a orientar y dirigir las masas sociales están perdidos, los cooptó el dinero, la avaricia, se dieron cuenta de cosas importantes para ellos: que la ignorancia es un negocio y que manipularlos les da beneficios.

Pareciera que no hay excepciones las nuevas iglesias y sectas aumentan el temor a Dios y la humillación del ser humano, bajo la premisa de la salvación eterna, mientras en la tierra padecen sufren, les quitan lo que producen, quien ha vivido en el más allá para saber que necesita? Y si necesita algo que es?, por qué ellos no lo practican?.

En el caso de los dirigentes son más directos, se apoyan en esas hordas de miserables ignaros y con hambre para explotarlos inmisericordemente y hacer de ellos la piltrafa que necesitan y desechan, no entiendo una clase tan poderosa en todo sentido como el magisterio que no se pronuncia, son un sector necesariamente cómplice de la defenestración de los ciudadanos, ellos que repiten lo que el estamento les dice, no abren nuevas ventanas, no se actualizan, no orientan, solo están interesados en lo suyo.

Los medios están en manos de monopolios exponiendo su poder y tapando la miseria y el periodismo es servil, la juventud está convencida que el título de comunicador social hace periodistas, nada más equivocado, todo periodista es comunicador social, no todo comunicador es periodista; es más, para ejercer el periodismo se necesita independencia en la posibilidad de comunicación e independencia personal en lo económico, de lo contrario está amarrado y al servicio de los que manipulan el poder.

Los padres ya no son padres, son jardineros de momentos, su trabajo no les permite acompañamiento a los hijos, ahora los llevan desde bebés a instituciones que los cuidan, los jóvenes se crían al estilo norteamericano con padres con todo y sin nada de amor, en ellos no necesariamente hay odio, a diferencia de los niños marginales, en los niños bien hay indiferencia, aburrimiento, no hay amor y por ello acuden a los extremos, los excesos y la violencia, para ellos al igual que para el marginal, matar es una experiencia no un delito, el respeto no existe, no puede existir, animal que se cría en zoológico es indefenso para la selva.

Todos tenemos la posibilidad de hacer algo por mejorar la sociedad, no podemos seguir con la criminal mentalidad que es fácil conseguir todo amenazando, humillando o con actos de violencia, si no se cumplen las normas, si no se cumplen las leyes, si no respetamos los parámetros sociales estamos condenados a una sangría sin cuartel, un país como Colombia, no puede darse el lujo de seguir callado, permitiendo con indolencia que los depredadores hagan de las suyas, no más indiferencia, no más ignorancia, no más apoyo a fuerzas criminales que jamás van a dar solución a las necesidades primarias de nuestro pueblo, salud, educación, vivienda, servicios públicos.

La salvación de “la patria” está en las manos de la dirigencia politica, la escuela, las iglesias y los medios.