AGRADECIMIENTO INFINITO.

Iba a poner una foto con mi madre, el amor de mis amores la bitácora de mi vida, pero desistí, esta mujer es mi compañera Nohemy Pinto Anaya) y con ella tres retoños casi profesionales; su nobleza, desprendimiento, su apoyo no tienen parangón y menos precio, ya estaba cogido por el maldito animal y le celebraba su día en un restaurante local, Recuerdos de Ypacarai.

El asunto es por qué mi vida no fue, ni ha sido y ya no será de odio, envidia, celos o violencia, muy sencillo, me perdonan el cuento es mi cuento y lo comparto con quienes lo deseen con cariño.

De niño recibí más cariño del requerido, hasta mi abuelo paterno, un poco recio, permitió que en el solar de su casona ordeñaran una vaca para la leche del monito, apreciaba mucho lo blanco y yo era sol, jajajaja,de ello hay pruebas, éramos arrimados en su casa, no lo hizo ni con su hijo quien fuera senador de la República y casi de mi edad, (menor), mi madre, hermosa mujer, blanca, alta, de modales in, ex monja de la presentación en Medellín, leía y hablaba latín con fluidez, era amante de la lectura nunca supe como el indiecito de mi padre la fue a conquistar, en fin…es otro cuento, es fino, fue elegante y muy decente siempre, Dios lo guarde.

A su lado aprendí a leer, le escuche obras sencillas como las mil noches y una noche, Ada o el amor de un pirata, La María, Doña bárbara, y otras que me indujeron en la lectura y la literatura, nunca fui humillado, maltratado, mi niñez y juventud fueron muelle a pesar de una economía no muy boyante, tuve unos años en la milicia que no quiero recordar, no era vida para un ser humano sin venganzas, de allí di el salto a la educación en el Caquetá, aún muy joven, apuesto filipichín de paraguas y zapato corona y dos sueldos, pido más?.

Lo anterior para decir sin ambages que no puedo ser vengativo, no tengo motivos, he vivido necedades, me han tumbado y capitalito, maldito ELN, algunos amigos, nada me hace falta, he sufrido por amor como todo humano, en eso nunca se aprende, espero haber sido bueno solo ellas lo dirán con gratitud o desprecio, mis hijos son una maravilla y buenas personas, siempre bien venidos a mi hogar, la santa es nobleza en pasta, (Santandereana).

Que más cuento?, amigos, hoy lo vivo con cariño, cantidades de amigoS que no me abandonan, que sin pedirles me hacen regalos y dan detalles, libros maravillosos, llamadas, visitas, pido más?, vecinos amables, es decir gente maravillosa y que dcir de mi familia, tanto afecto que parezco el anciano venerable de las películas.

Todo ello para explicar que mi vida es de respeto por todos, que mis escritos son contundentes pero de opinión, jamás dirigidos así saquen ampolla y que la suerte me dio un lujo muy difícil desde hace largos años, la independencia, con apretamiento, pero libre, Gracias Dios, gracias amigos y familia, no es despedida es biografía, y amor fraterno.